Shadow Coaching

Transforma al coach en la sombra de un ejecutivo para acompañarlo en su jornada habitual

¿Qué es el Shadow Coaching?

Es una técnica cada vez más utilizada en el mundo empresarial, que transforma al coach en la sombra de un ejecutivo para acompañarlo en su jornada habitual de trabajo y observar su rendimiento en vivo y en directo.

El coach sigue a su cliente adonde sea que sus obligaciones laborales lo lleven, pero con la particularidad de casi no hacerse notar, como una sombra. “Es un acompañamiento en el que el coachee ( ó Ejecutivo ) no está en un entorno simulado, sino que se encuentra ejecutando su trabajo como cualquier otro día. Se ha comprobado que la gente aprende mucho más cuando está metida en la acción específica de su rol que en un espacio de simulación que le es ajeno

Así es como el coach presencia situaciones reales como, por ejemplo, reuniones con su equipo , llamadas , interacciones con compañeros, proveedores, clientes y colaboradores, entre otras propias del puesto que enriquecen el proceso en pos de detectar y desarrollar nuevas habilidades requeridas.

La clave de esta técnica radica en observar lo que el ejecutivo no puede ver de sí mismo en su accionar cotidiano

En un espacio de coaching tradicional el coach suele realizar preguntas que sirven de espejo para el coachee. En el caso del shadow coaching, los ojos de un tercero favorecen a que el cliente pueda notar , por ejemplo, como si fuera la etiqueta de algo recién comprado que le cuelga detrás de la espalda.

“Es una práctica muy novedosa y eficiente de intervención para empoderar a ejecutivos y equipos con el fin de alcanzar los resultados deseados

El coaching en la sombra marca la diferencia entre lo que se dice en la teoría y lo que ocurre en la práctica. “Como socio externo de mi coachee, voy a mostrarle esas cosas que durante el partido no se da cuenta que hace. La mirada del coach sirve para indagar en aquellos aspectos en los que se podrían realizar mejoras.

De esta forma, los relatos que el propio ejecutivo tiene acerca de cómo él mismo se considera en sus funciones se validan o invalidan mediante la descripción de las acciones observadas por el coach,

“Poder cuestionarse la propia gestión a través de hechos observables compartidos durante la jornada ayuda a la reflexión del coachee convirtiendo al ejecutivo en un profesional reflexivo capaz de observarse a sí mismo.

Puede ocurrir que en una reunión de equipo, el líder hable el 90% del tiempo sin tener conciencia de esto. Compartirle ese dato abre la posibilidad de hacerle preguntas sobre su forma de conversar, su escucha, su apertura hacia los otros, su nivel de indagación, su empatía, por ejemplo . Todavía ocurre que muchos ejecutivos no tienen el ejercicio de detectar la emocionalidad y/o corporalidad propia y de los demás, y estas son cosas que no se escapan de la mirada del coach, que siempre pone foco en la disposición corporal, lingüística y emocional.

Cuando el coach interviene, desafía y comparte su mirada a partir del accionar concreto del coachee y “convierte la práctica del shadow en una intervención en la acción que apela a la reflexión en la acción, es decir, a la búsqueda de nuevos sentidos para un hacer cotidiano más efectivo y con mayor bienestar”. El secreto está en que el cliente pueda darse cuenta sobre su manera particular de operar en sus funciones y que pueda modificarlo inmediatamente.

Es decisión del coach intervenir a lo largo de la jornada o esperar a tener una conversación una vez finalizada la observación, según su objetivo pactado con el cliente.

Ocurre que, a veces, el coachee llega a la instancia de observación con cierta preparación y conciencia sobre los aspectos a mejorar en los que se enfocará el shadow coaching; entonces, las intervenciones durante la actividad ayudan a entrenar esas habilidades puntualmente.

Cuando la observación es con intervención, el coach “sale de la sombra” en el momento en que considera preciso hacerlo, generalmente, con una pregunta que ayuda a la reflexión y a la toma de conciencia sobre determinada situación. “El coach interviene cuando ve que tendría que haber “ un gol y no lo hay”, con esta metáfora deportiva , buscamos identificar , la posibilidad de cambiar un resultado en ese mismo momento., pero, luego, el coach vuelve rápidamente a la sombra hasta la siguiente posible intervención”,

Lo relevante del proceso es que el ejecutivo en tiempo real se va haciendo cargo de sus acciones, las revisa, y diseña un nuevo plan que lo oriente a alcanzar los objetivos deseados

“El shadow coaching también genera un espacio de reflexión a través del feedforward, donde el ejecutivo co-crea con su coach el mejor escenario posible, diseñando objetivos, competencias necesarias para llevarlos a cabo e indicadores para medir el logro alcanzado”

Generar el contexto es fundamental para cualquier proceso de coaching, y el shadow no está exento. “La confianza es básica para que el ejecutivo nos dé la autoridad para que lo ayudemos, porque no se trata de lo que uno diga como coach, sino de lo que él logra ver”,

Es necesario pedirle al cliente que actúe como lo hace cotidianamente, intentando olvidarse de “su sombra”. En general, la presencia de un observador hace que esto cueste los primeros minutos, pero a medida que pasa el tiempo los ejecutivos se van relajando y actuando de forma auténtica.

Por otro lado, la preparación debe incluir a las personas dentro de la empresa, que estarán involucradas en el proceso para que el coach -que presenciará la dinámica laboral- sea bien recibido y percibido como una herramienta que producirá un impacto positivo no solo en el coachee, sino también en su equipo de trabajo. Si están bien informados, comprenden que el foco de la observación no está en ellos y, entonces, se sienten más cómodos

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