11 malos rasgos de personalidad que le cuestan a tu negocio. ¿Estás proyectando las cualidades que hacen que otros quieran trabajar para construir tu empresa … o trabajar para encontrar otro trabajo?

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Articulo escrito por Deep Patel en
https://www.entrepreneur.com/amphtml/332373 y traducido al español

El éxito de un negocio se debe en gran parte a las personalidades y comportamientos de las personas que lo dirigen. Puede tener las ideas más sorprendentes e innovadoras, pero si tiene una personalidad tóxica que repele incluso a sus clientes más leales y empleados más diligentes, es posible que le esté costando dinero y tiempo a su empresa.

Como gerente o líder en su negocio, es importante reconocer que usted ejerce influencia sobre su compañía, lo que puede ayudar a hacer o deshacer su negocio. Gran parte de ese impacto proviene de cómo te comunicas e interactúas con otros. ¿Está proyectando las cualidades que hacen que otros quieran trabajar para construir su empresa … o trabajar para encontrar otro trabajo?
Eche un vistazo a sus cualidades y rasgos de personalidad. ¿Estás haciendo más mal que bien? Si descubres que tienes alguno de los siguientes 11 rasgos de personalidad tóxica, es hora de hacer algunos cambios serios.

1. Inteligencia emocional baja.

En pocas palabras, tener una inteligencia emocional baja, o EQ, es tóxico para los negocios, ya que afecta a todas las personas con las que tiene contacto. La ecualización a menudo es tan importante como su coeficiente intelectual real (o inteligencia bruta). EQ le ayuda a comprender los demás y reconocer lo que los motiva. Un EQ fuerte es la base para trabajar cooperativamente con un grupo y crear una sensación de cohesión en el trabajo.

EQ bajo conduce a habilidades de comunicación pobres. Daña su credibilidad y hace que los demás se sienten menos seguros en ti. Cuando eres emocionalmente inteligente, eres consciente de tus emociones, así como de los sentimientos y necesidades de quienes te rodean. Tener un alto CE le ayuda a gestionar las situaciones y relaciones sociales, y le permite regular sus emociones en consecuencia.

2. El sarcasmo crónico.

Un poco de sarcasmo puede parecer divertido a veces, pero si vive para emitir comentarios sarcásticos, puede estar creando un ambiente tóxico sin saberlo. Esto es especialmente cierto si te enfocas en menospreciar a los demás o disfrutas dando comentarios directos a los subordinados.

Si crees que tus constantes comentarios sarcásticos son puntos de puntuación o te hacen ver inteligente, piénsalo de nuevo. El sarcasmo te hace parecer amargo, enojado y arrogante. Intenta ser amable. Tratar a todos con un nivel de decoro y respeto. Resista la tentación de reprender a los demás o lanzar comentarios verbales para reírse de los gastos de otra persona.

3. Inflexibilidad.

La capacidad de pensar y estar abierto a sugerencias e ideas es crucial para poder adaptarse a cambios inesperados en cualquier negocio. Cuando eres demasiado rígido en tu forma de pensar y en tu toma de decisiones, puedes limitar inadvertidamente tus opciones o no puedes hacer ajustes rápidos según sea necesario, y esto afectará negativamente a tu negocio.

Sí, la planificación y la programación son una parte necesaria de cualquier negocio, pero también debe sopesar la importancia de seguir adelante con una estrategia o método particular frente a lo que puede ganar (o perder) pegándose a sus armas. Cualquier empresa exitosa a veces necesitará ejercer flexibilidad y encontrar soluciones creativas en situaciones inesperadas. Trabaja para ser parte de la solución, no del problema .

4. No seguir adelante.

Las promesas fallidas y el liderazgo inestable disminuyen su credibilidad con las personas con las que trabaja. Si desea preservar su influencia y ganarse el respeto de los demás, tendrá que aprender a seguir y hacer un seguimiento.
Eso significa ser confiable, escuchar a los demás y actuar con integridad. Si dices que vas a hacer algo, hazlo. E igual de importante, trabaje para generar confianza y respeto mutuo con colegas, empleados, clientes y clientes. Apoya a quienes te rodean, acompáñalos y obtendrás fieles seguidores a ti mismo y a tu empresa.

5. Impaciencia.

El éxito o el fracaso de una empresa a menudo se basa en la sincronización: saber cuándo saltar y cuándo retroceder, analizar y considerar sus opciones. Pero tomar estas decisiones requiere la capacidad de dar un paso atrás y tener la paciencia para contemplar el panorama general.

El negocio es un acto de equilibrio de agresividad y reserva. La impaciencia puede llevar a decisiones apresuradas que lo encierran en un mal arreglo. Ser determinado y ansioso es algo bueno; Ser precipitado y tomar decisiones rápidas no lo es.

6. Ser un fanático del control.

Por lo general, asumimos que las personas más exitosas en los negocios son aquellas que tienen todos sus pasos seguidos: tienen un plan meticuloso y saben exactamente a dónde va cada decimal. Pero si todo está perfectamente alineado, solo te estás permitiendo ver hasta el final de esa lista. Cualquier cosa más allá de esos cálculos o conclusiones también está más allá de usted y su control, y esto puede dejarlo agitado.

Ser un fanático del control dificulta su capacidad para tomar decisiones rápidas. Puede sentirse abrumado fácilmente por su sentido del perfeccionismo y frustrarse cuando las cosas no salen según lo planeado. ¿Qué pasaría si, en lugar de tratar de controlar todo, abrazaras lo imprevisible? Pruébalo y verás cuán liberador es dejarlo ir.

7. Falta de empatía.

Es fácil sentirse cínico a veces, pero aquellos que carecen fundamentalmente de empatía o no muestran compasión encontrarán que su actitud tóxica está corrompiendo a su compañía. El cinismo te hace parecer defensivo y enojado. La empatía ayuda a otros a sentirse conectados y comprendidos. Nos atraen naturalmente aquellos que nos brindan su apoyo y parecen estar relacionados.

Al demostrar que nos importa lo que otros están pasando, creamos un ambiente de apoyo que atrae a las personas. La empatía y el cuidado hacen que los demás se sientan valorados, y eso hace que los clientes estén más inclinados a permanecer leales y los empleados más dispuestos a trabajar duro. Entonces, cuando sientas que el cinismo se está arrastrando, recuerda que mostrar tu lado humano y dejar que la gente sepa que te importa también puede ser rentable.

8. Ser de mente cerrada.

Las personas de mente cerrada tienden a querer señalar con el dedo a los demás en lugar de aceptar la responsabilidad cuando las cosas salen mal. Creen que tienen las respuestas para todo, por lo que tienen dificultades para escuchar lo que otros tienen que decir.

No importa cuán seguro esté, asegúrese de escuchar a los demás. Incluso si su camino termina siendo el mejor, será un mejor líder y su negocio crecerá si está abierto a escuchar otras perspectivas y sugerencias. Busca ser radicalmente de mente abierta. Puede ser difícil para su ego, pero cambiará toda la perspectiva de su negocio. No permita que una actitud obstinada o de mente estrecha le impida escuchar ideas fuera de la caja y tomar buenas decisiones.

9. Quejas constantes.

A nadie le gusta un pesimista. Si te quejas constantemente, no solo estás abatiendo a todos los demás, sino que eres improductivo y haces que todos los demás sean más improductivos para arrancar. Además, te encuentras como una persona que necesita mucho mantenimiento.

Si gasta toda su energía refunfuñando y lamentándose, está reforzando una mentalidad negativa en sí mismo y alejando a todos los demás. Presta atención a la frecuencia con la que dices cosas

10. Gestionar con miedo.

¿Eres el tipo de gerente “a mi manera o la autopista”? Esta mentalidad es absolutamente tóxica para las empresas. Muchos líderes usan medidas basadas en el miedo para controlar a otros sin ser conscientes de lo que están haciendo. Estos son los gerentes que manejan un palo grande y mantienen a todos al borde. Usan amenazas tácitas y tácticas de miedo para hacer que otros hagan lo que quieren.

Manejar con temor crea una cultura basada en la sospecha y la angustia, en la que nadie quiere admitir un error, expresar desacuerdo u ofrecer nuevas ideas, todo por temor a ser rechazado o rechazado. Las compañías exitosas se esfuerzan por crear un ambiente saludable, feliz y creativo donde se pueda hacer un buen trabajo y se pueda construir un negocio sólido.

11. El narcisismo.

Los narcisistas son nocivos para una empresa porque su ego ampliado les impide escuchar a cualquiera que los contradiga. Realmente no quieren escuchar lo que tienes que decir si no estás en línea con su forma de pensar. Ah, y también son completamente autocentrados. Si ese eres tú, entonces esta es tu llamada de atención.

Sus maneras egocéntricas no solo le están negando a otros la oportunidad de compartir ideas posiblemente inspiradoras; también está perjudicando a su organización y frustrando a todos con los que trabaja. Trate de pensar en los demás de vez en cuando. Tu carrera y tu negocio te lo agradecerán.negativas. Si no puede terminar una conversación sin quejarse, tiene un problema.

Marcela Martire
PCC Coach

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